El impuesto de plusvalía es un impuesto que se aplica a la ganancia de valor que experimenta un bien inmueble al ser vendido o transferido.

Impuesto de plusvalía

Es decir, cuando una persona vende una propiedad por un precio mayor al que pagó por ella, se genera una ganancia que puede estar sujeta a impuestos.

El impuesto de plusvalía forma parte de los gastos de una herencia y se calcula sobre la ganancia obtenida en la venta o transferencia de la propiedad y varía según el país y la legislación local. En algunos casos, el impuesto puede ser fijo o estar sujeto a una tasa progresiva en función del valor de la propiedad y del tiempo que se haya poseído.

En general, el impuesto a la plusvalía es una forma de gravar la riqueza y redistribuir los ingresos en la sociedad. También puede tener impactos en el mercado inmobiliario al afectar los incentivos de los propietarios a vender o invertir en propiedades.

Las características principales del Impuesto de Plusvalía Municipal son:

  1. Ámbito de aplicación: Se aplica en los municipios, siendo estos los encargados de su gestión. Afecta exclusivamente a los terrenos de naturaleza urbana, excluyendo los terrenos rústicos.
  2. Sujetos pasivos: Puede recaer tanto en el vendedor como en el comprador, dependiendo de lo que acuerden las partes. En el caso de herencias y donaciones, el sujeto pasivo es el adquirente del terreno o derecho.
  3. Base imponible: Está determinada por el incremento de valor que el terreno ha experimentado durante el período de posesión hasta un máximo de 20 años. Este incremento se calcula aplicando un porcentaje al valor catastral del terreno, el cual es establecido por el Ayuntamiento.
  4. Cuota tributaria: Se calcula aplicando un tipo de gravamen, fijado por cada Ayuntamiento dentro de los límites establecidos por la ley, sobre la base imponible. Los Ayuntamientos pueden establecer también bonificaciones por diferentes circunstancias.
  5. Gestión del impuesto: Corresponde a cada Ayuntamiento, que puede adaptar ciertos aspectos del impuesto a las particularidades de su municipio dentro del marco legal establecido.

¿Quién debe pagar este impuesto?

La responsabilidad de pagar el impuesto de plusvalía varía según el país y la legislación local. Normalmente debe ser pagado por la persona que ha obtenido una ganancia de valor al vender o transferir una propiedad.

En la mayoría de los casos, el vendedor de la propiedad es quien debe pagar el impuesto a la plusvalía. Sin embargo, en algunos países, como España, la responsabilidad de pagar el impuesto podría recaer en el comprador.

Debemos tener en cuenta que el impuesto a la plusvalía se aplica solo en el momento en que se produce una transacción que genera una ganancia de valor en la propiedad, como la venta o transferencia. No se aplica sobre el valor de la propiedad en sí misma, sino sobre la diferencia entre el valor original de adquisición y el valor de venta o transferencia.

Cálculo del impuesto de plusvalía

El cálculo del impuesto de plusvalía variará según el país y la legislación local. En general se basa en el valor catastral o el valor de mercado de la propiedad y en el tiempo que el propietario ha poseído la propiedad.

A continuación vamos a detallar los pasos generales para calcular el impuesto a la plusvalía:

  • Determinar el valor de la propiedad: El valor de la propiedad puede ser determinado por el valor catastral, el valor de mercado o un valor determinado por un perito tasador. Este valor puede ser diferente al precio de venta o transferencia de la propiedad.
  • Calcular la ganancia obtenida: La ganancia obtenida se calcula restando el valor original de adquisición de la propiedad al valor de venta o transferencia. Si el valor de venta es menor que el valor original de adquisición, no se genera una ganancia de valor.
  • Aplicar la tasa de impuesto de plusvalía: Una vez que se ha determinado la ganancia obtenida, se aplica la tasa de impuesto a la plusvalía correspondiente. Esta tasa puede ser fija o estar sujeta a una tasa progresiva en función del valor de la propiedad y del tiempo que se haya poseído.
  • Calcular el importe del impuesto: El importe del impuesto a la plusvalía se calcula multiplicando la ganancia obtenida por la tasa de impuesto a la plusvalía.

Es importante mencionar que la forma de calcular este impuesto ha sido objeto de cambios legislativos y de jurisprudencia significativos en los últimos años en España. Esto incluye la necesidad de acreditar realmente el incremento de valor en los terrenos al momento de la transmisión, tras varias decisiones judiciales que cuestionaron la forma en que se calculaba el impuesto y su aplicación en casos donde no existía un incremento real de valor. Por tanto, es recomendable consultar la normativa vigente y, si es necesario, buscar asesoramiento profesional para entender mejor cómo estos cambios pueden afectar en casos concretos.

Reclamación de la plusvalía

La necesidad de reclamar la plusvalía surge en situaciones en las que un contribuyente considera que el impuesto a la plusvalía que le ha sido cobrado es incorrecto o injusto.

Por ejemplo, en algunos casos, los ayuntamientos o gobiernos locales pueden aplicar una tasa de plusvalía fija en todas las transacciones inmobiliarias, sin tener en cuenta las circunstancias individuales de cada caso. Esto lleva a que los contribuyentes paguen más impuestos de los que deberían, especialmente si han vendido la propiedad por un precio menor al que pagaron por ella.

En otras situaciones, puede haber una discrepancia entre el valor real de la propiedad y el valor que ha sido utilizado para calcular este impuesto. Esto sucede si el valor de la propiedad ha disminuido desde que se adquirió, por ejemplo.

En estos casos, es posible que los contribuyentes tengan derecho a reclamar la devolución de parte o la totalidad del impuesto a la plusvalía que les ha sido cobrado incorrectamente. Para hacerlo, pueden presentar una reclamación ante la autoridad fiscal correspondiente y proporcionar pruebas que respalden su caso.

Finalmente reseñar desde este artículo que es recomendable consultar con un profesional del derecho o un asesor fiscal para conocer las obligaciones fiscales específicas en cada caso y cumplir con las regulaciones fiscales correspondientes.

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Autor: Mónica Oscáriz Faraut | Artículos - Linkedin de Mónica Oscáriz Faraut
Mónica Oscáriz Faraut es abogada de Barcelona, licenciada en derecho por la UB. Experiencia de más de 35 años en el ejercicio de la abogacía ha completado su formación con numerosos cursos y masters.